La crema 345 tiene una formulación limpia y efectiva para mejorar la suavidad de la piel y reducir el enrojecimiento, además de atenuar las marcas que deja el acné. Sus ingredientes clave, como el extracto de nopal, el pantenol y la niacinamida, ayudan a calmar, hidratar y revitalizar la piel. Su textura ligera se adapta a todos los tipos de piel, incluidas las sensibles, dejando un acabado sedoso y una luminosidad natural.

Cuenta con 3 ingredientes principales para mejorar la apariencia de las secuelas del acné. La niacinamida ayuda a reducir la inflamación causada por el acné y mejora el tono desigual. El resveratrol es un antioxidante que neutraliza los radicales libres, protege el colágeno y ayuda a minimizar las marcas residuales al mantener la piel menos inflamada. El extracto de flor de hibiscus promueve una exfoliación suave gracias a sus alfahidroxiácidos naturales, renovando la superficie de la piel y ayudando a atenuar las manchas.

Sus 4 ingredientes nutritivos hidratan profundamente para mantener la piel sana y fortalecida. El beta-glucano es un potente hidratante y calmante que favorece la reparación de la piel. El ácido hialurónico ayuda a retener la hidratación por más tiempo. El extracto de flor de onagra, rico en ácidos grasos esenciales, nutre y reduce la resequedad. El extracto de corallina, un alga marina rica en minerales, fortalece y protege la piel frente al estrés ambiental.

Por último, sus 5 ingredientes calmantes, como el extracto de hoja de centella asiática, la fruta de gardenia, la houttuynia cordata (hoja de corazón), la flor de lavanda y las ceramidas NP, ayudan a reducir la irritación, disminuir las rojeces y restaurar la barrera natural de la piel, favoreciendo la recuperación de las irritaciones leves.

Su fórmula es vegana, libre de parabenos, fragancias y colorantes artificiales. Además, es no comedogénica, por lo que es adecuada para todo tipo de piel, sin importar la edad. En caso de que personas muy jóvenes deseen incorporarla a su rutina, se sugiere que tengan al menos 15 años y de ser posible, contar con la orientación de un profesional de la salud para asegurarse de que se ajuste bien a las necesidades de su piel.